El Control de Mando Integral (CMI o Balanced Scorecard) es una metodología de management que permite medir y evalúar los resultados de la gestión financiera, clientes, procesos internos y aprendizaje con el objetivo de impulsar a la organización a un equilibrio entre su planeación estratégica y la productividad global como valor agregado generado y en proceso continuo.
Esta metodología es comparada al tablero de control (dashboard) de un avión, ya que en comparación al tablero de un automóvil, es mucho más sofisticado y permite a la organización ver los riesgos futuros (tormentas) que podrían afectar alcanzar sus objetivos estratégicos, eventualidades (combustible) cuya presencia podría incidir en los resultados que se esperan obtener y la exposición a daños o pérdidas y su grado de posibilidad (corriente-velocidad del viento).
Sin embargo este tipo de control requiere de un liderazgo sostenido y participativo por parte de los directivos, ya que ellos son los llamados a movilizar el cambio en la organización, no tendría sentido pilotear un avión si este no lleva pasajeros con un destino u objetivo fijo.
Como hemos podido leer son 5 los propósitos del CMI:
- Traducir la estrategia a términos operativos.
- Alinear la organización con la estrategia.
- Hacer que la estrategia sea el trabajo diario de todo el mundo.
- Hacer de la estrategia un proceso continuo.
- Movilizar el cambio mediante el liderazgo de los directivos.
La comunicación encuentra una oportunidad de protagonismo como herramienta básica para la creación de valor de los stakeholders hacia la organización a través de la transmisión de la visión de la administración y otras acciones de persuasión para la implementación de un CMI.
Estas acciones buscan, entre otras cosas, comunicar efectivamente las estrategias con el objetivo de generar conocimiento en la organización y que estas formen parte del día a día para su óptima ejecución.
Por otro lado la comunicación, a través de las RR.PP, puede crear el ambiente idóneo necesario dentro y fuera de la organización para la implantación del CMI, ya que a través de acciones de comunicación interna se puede generar confianza entre los individuos que la componen y por ende el intercambio de conocimiento posibilitando la toma decisiones y que estas sean acertadas.
La comunicación entonces permite a las organizaciones tener una retroalimentación con su stakeholders propiciando su conocimiento, involucración, alineación y participación, garantizando el éxito en la implementación de un CMI.
¿Qué opinas? ¿Consideras que la comunicación encuentra su oportunidad en la implementación del CMI?
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